Revelación, Guía y Dones Milagrosos
ACBC considera que los sesenta y seis libros canónicos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento son la revelación final y completa de Dios para la humanidad, y la fuente suficiente y única necesaria para aconsejar a un creyente en todos los asuntos relacionados con la vida y la piedad. Afirmamos que el Espíritu Santo guía a los cristianos, incluso a través de una conciencia informada por las Escrituras, pero nos damos cuenta de que recibir guía y discernir la voluntad de Dios proviene del estudio cuidadoso, el conocimiento preciso y la aplicación de las Sagradas Escrituras.
Varios términos y frases que se encuentran en las Escrituras, incluyendo «revelaciones», «profecías», «palabras de conocimiento», «palabras de sabiduría», «señales y prodigios», etc., representan formas escritas y orales de revelación especial que deben considerarse únicas, ya que fueron comunicadas progresivamente a la humanidad antes de que se cerrara el canon de las Escrituras, y son irrepetibles. Esto impide cualquier revelación continua o adicional desde el momento del cierre del canon.
Por lo tanto, las demás suposiciones relativas a revelaciones continuas o adicionales de Dios a la humanidad fuera de las Escrituras son erróneas. Dado que tal revelación de Dios es única e irrepetible, ninguna afirmación de revelaciones adicionales en la actualidad, en cualquier forma, es válida. Todas las demás formas percibidas de revelación después del cierre del canon no se consideran revelación divina. Además, cualquier afirmación de experimentar «impresiones» reveladoras, «hablar en lenguas», «la interpretación de lenguas», «sueños» o «experiencias espirituales» de Dios fuera de la revelación de las Escrituras no debe ser afirmada ni practicada.
Editado 5/8/2025
Para conocer las normas doctrinales específicas relacionadas con este tema, consulte la Doctrina de las Escrituras, la Doctrina del Espíritu Santo y la Doctrina de la Santificación.