¿Qué tienen de malo los enfermos mentales?
¿Qué les pasa a las personas diagnosticadas como enfermos mentales? ¿Qué estado de patología o falta de salud merece la etiqueta de enfermedad? La psiquiatría no emite un diagnóstico de enfermedad del mismo modo que otros médicos. No existe un análisis de sangre para la «depresión clínica», ninguna biopsia detecta el trastorno bipolar, un TAC no puede detectar el trastorno límite de la personalidad.
Un diagnóstico de enfermedad mental no suele ser en absoluto un diagnóstico médico. Se trata de una evaluación del comportamiento basada en un criterio subjetivo sobre qué acciones y actitudes se consideran normales o anormales. Se considera que una persona está mentalmente enferma cuando piensa, siente y hace cosas fuera de lo normal.
Normalidad y anormalidad
En su libro, Saving Normal, el Dr. Allen Frances plantea un interesante debate sobre lo que hace a alguien normal y lo que hace a alguien anormal. El Dr. Frances fue director del departamento de psiquiatría de la Universidad de Duke y director del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales IV (DSM-IV). Como destacado psiquiatra con décadas de experiencia en su campo, el Dr. Frances expresa su preocupación por la progresiva escala de normalidad, la institucionalización psiquiátrica de los comportamientos normales y los no normales, y la atribución de «enfermedad mental» a quienes son diferentes.
Frances dedica un capítulo entero de su libro a explicar lo difícil que es definir lo normal. Luego describe, a partir de su experiencia al frente del DSM-IV, lo difícil que es definir la enfermedad mental y la anormalidad. En la página 16 de su libro escribe:
“He revisado docenas de definiciones de trastorno mental (y he escrito una yo mismo en el DSM-IV) y no encuentro ninguna de ellas útil ni para determinar qué afecciones deben considerarse trastornos mentales y cuáles no, ni para decidir quién está enfermo y quién no.”
Se trata de una confesión asombrosa por parte de uno de los psiquiatras más importantes del mundo y director de la guía sobre enfermedades mentales más influyente del mundo. Frances cree que nuestros esfuerzos por definir la enfermedad mental, la normalidad y la anormalidad no ayudan a determinar quién está enfermo y quién no.
¿Es lo normal el estándar?
Aunque es un líder importante, la declaración de Frances es polémica. Sin duda hay muchos otros psiquiatras que no estarían de acuerdo con él. Pero Frances me hizo pensar: ¿Qué es normal? ¿Es lo «normal» un estándar bíblico para lo que aqueja a las personas con problemas?
De hecho, no lo es. Cuando lees la Biblia descubres que lo normal o típico —lo que es promedio— no es la norma. Mentir es normal, pero no es legítimo. El sexo casual es ordinario, pero no es un parámetro de referencia. El orgullo es tan corriente como el aire, y sin embargo es un estándar terrible. Todo tipo de cosas son normales, y sin embargo terribles.
El estándar de la Biblia no es la normalidad. Es la rectitud. Escucha al apóstol Pablo:
«Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe,» (Filipenses 3:8-9).
La pasión de Pablo no es llegar a ser normal. Es hallarse en Cristo y en su justicia.
Una de las razones por las que los psiquiatras discuten tanto sobre lo que les pasa a las personas con problemas es porque están midiendo con el estándar de normalidad equivocado. La Biblia nos llama a la justicia de Cristo. Los problemas de las personas no tienen que ver con ningún problema de anormalidad. Todos nacemos pecadores y continuamos en ese estado aparte de la gracia. Las personas no están mal porque sean anormales. Están mal porque están equivocadas. El pecado es el estándar que define la normalidad para todos nosotros.
Esto significa que el problema más importante al que se enfrentan las personas es que son demasiado normales. Lo que la gente necesita no es más normalidad, sino más justicia y rectitud. La Biblia enseña que esta justicia viene por la fe. Al comprender esto, llegarás a saber que las personas con más problemas entre nosotros necesitan el Evangelio, acogido por la fe, mucho más de lo que necesitan ser normales.
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La naturaleza espiritual de la enfermedad mental:
Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4